26 noviembre 2010

Yo acústico

1. Una amiga de Alma dice que Arcade Fire merece poder tocar en el Auditorio Nacional. Es complicado porque es de esos sitios donde uno se sienta por fuerza en el asiento que figura en su entrada, y donde la prohibición de fumar significa justo eso. Asi que lo que está diciendo es que el problema de abrir el Auditorio a Arcade Fire es abrirlo a quienes asisten a sus conciertos en otros sitios donde los requisitos son más flexibles, o donde la acústica moral no desentona de lo que el espacio hace con la música.
2. Cruzado con lo que C. dice de la ópera por estos lares –que es más barato volar a Berlín y ver allí Tannhauser-, tenemos que el problema no es abrir a otras músicas los auditorios, sino lograr que quienes se sientan en ellos se levanten a veces para que otros puedan ocuparlos. O dejar entrar, igualmente, al doble de gente, pues como es sabido, a los conciertos de Arcade Fire se acude a estar de pie.
3. Algunos de los que acaso esperaban encontrarse la seriedad con que en la sede de la Filarmónica de Berlín se escucha a Wagner, ocuparon sus asientos en ese mismo auditorio en un concierto de 2003, en el que Simon Rattle envío a los cantantes y el coro de una ópera de Bernstein a bailar la conga con quienes de entre el público se animaran, que fueron muchos. Arcade Fire a veces empieza entre el público sus conciertos. Todo está ahí ya entre nosotros, esperando el orden preciso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo es posible! :)
http://www.youtube.com/watch?v=NEs8yqhavtI

uliseos dijo...

bueno, dudamel es casi mick jagger :P