06 junio 2008
El día de todos losantos
Se lee en El País que el abogado del locutor a sueldo de la iglesia de los obispos aduce en el juicio por difamación que el difamado –a la sazón el alcalde de Madrid- “iba contra la línea de su partido y propugnaba la del PSOE”. Pues la acusación de que responde el locutor es decir del alcalde que “le daban igual los muertos del 11-m y que quería que los autores del atentado salieran impunes”, la respuesta de su abogado sugiere que la prueba de que su cliente tiene razón es que él, al contrario que el alcalde, sí seguía la línea del partido. Que la inocencia consista en participar de una opinión y no de lo que los jueces dicten de ella dice del locutor lo mismo que él vierte sobre el alcalde –que los muertos, o los vivos, importan menos que su utilidad para perseguir otras cosas. La iglesia le paga, como es norma, con la parte del César.
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