30 diciembre 2005

treblinka

Es fácil apreciar cuando, en el acto de defendernos de una acusación, uno apela más a su propia seguridad que a la verdad: sucede cuando el segundo de los argumentos esgrimidos contradice y anula el primero, el tercero el segundo, y así. Un abogado es un profesional en el arte de hilvanar lo incompatible, pero el arte discursivo no está, felizmente, al alcance de todos, y así, donde quizá no llegue la justicia, llega la voz aturullada, real, de aquellos a quienes no llegan a tiempo de subtitular los abogados. Mi marido es una buena persona, no ha hecho mal a nadie. No estamos bien de salud. ¿Qué nos queda de vida? ¿uno o dos años? ¿Y ahora nos hacen esto? –leemos en El País de hoy a la mujer del nazi john demjanjuk, acusado de participar en la muerte de 870.000 personas en el campo de concentración de Treblinka.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Escuché decir a alguien el otro día que no es casualidad que los mismos países donde hace 65 años estuvieron instalados aquellos campos de exterminio acojan ahora gustosos estos otros que inauguran los estadounidenses con la música de fondo de bienvenido mister marshall.

Anónimo dijo...

Si esto es un hombre

Los que vivís seguros en vuestras casas caldeadas, los que os encontráis, al volver por la tarde, la comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre quien trabaja en el fango, quien no conoce la paz, quien lucha por la mitad de un panecillo, quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer quien no tiene cabellos ni nombre, ni fuerzas para recordarlo, vacía la mirada y frío el regazo, como una rana invernal.
Pensad que esto ha sucedido. Os encomiendo estas palabras. Grabadlas en vuestros corazones al estar en casa, al ir a la calle, al acostaros, al levantaros; repetídselas a vuestros hijos...
Primo Levi

uliseos dijo...

...Hay que recordar que estos fieles no eran esbirros natos, no eran (salvo pocas excepciones) monstruos: eran gente cualquiera, (...) funcionarios listos a creer y obedecer sin discutir, como Eichmann, como Hoess, comandante de Auschwitz, como Stangl, de Treblinka, como los militares franceses de veinte años más tarde, asesinos en Argelia, como los militares norteamericanos de treinta años más tarde asesinos en Vietnam...
Si esto es un hombre-Primo Levi