28 diciembre 2005

fuera de lugar

de aquí, de no venir de nada y de no ir a ningún sitio se alimenta el viaje. de esa sensación de no haber llegado cuando ya tienes que partir. de ese no estar completamente en ningún sitio cuando te reclaman. de esa lenta deriva hacia la espera permanente. de ese navegar sin más rumbo que el que señala cualquier indicio de claridad. todo empieza a valer con tal de no quedarse parado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Penélope, eres tú?

Anónimo dijo...

Sin rencores ni "vendettas"
Mucho mejores estas letras.

PD; quiero mi premio, sin calcetín que lo esconda.

Anónimo dijo...

que tu viaje sea largo y lleno de incidentes, marinero/a

uliseos dijo...

¿Por qué el viaje sólo cobra sentido al pararnos? Recordaba hace poco Emilio Lledó hace poco que Humboldt y su acompañante saltaban de alegría como locos al detenerse de su viaje interminable al borde de una sima en el volcán chimborazo. quizá lo recorrido exige que paremos para empezar a recorrernos.

Anónimo dijo...

vull aquell vaixell que, segur i valent, trenca les tempestes i se´n va al ponent, i no té por als vespres ni al llampec roent. així serà el teu...
(Lluís Llach)