29 abril 2010
ser un miércoles
En Adoration, de Atom Egoyan, un adolescente que perdió a sus padres en un accidente que sólo sirvió para dejarle inmerso en otro, hecho de la colisión permanente de abuelo y tío, inventa una historia en que su padre envía a su madre a morir inmolada en una acción terrorista. Cuando su ficción va demasiado lejos, insiste en ella. Hasta que las consecuencias de ese drama, su debate externo, se van consolidando, independientes del acto, real o no, que las llamara. Como si todo lo que necesitara la invención para validarse como problema fuera pasar en escena el tiempo necesario. Los periódicos lo cuentan cada día.
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