28 abril 2010
ser un martes
Parte importante de la deuda pública griega está en manos de bancos alemanes, a punto, estos días, de comprometer prestamos –vía gobierno alemán- que el gobierno griego empleará, precisamente, en hacer frente a los pagos de su deuda pública que vencen en unos días. Prestar para que ese mismo dinero se te devuelva horas más tarde, no con timbre de mayo de este año, sino de mayo de –pongamos- 2000 sugiere esa otra paradoja que une los intestinos griegos con el apetito de un águila que cuenta la historia del titán Prometeo, cuyos intestinos eran devorados de día por un águila, y que crecían de noche sólo para poder ser ofrendados de nuevo. Si quieres intestinos nuevos, has de llamar al águila. Por raro que sea, en sus garras está tanto tu muerte como tu resurrección.
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