18 junio 2009
Que el bosque no te impida ver tu árbol
Se leía hace unos días en El País a esperanza aguirre alertar en un mitin previo a las elecciones europeas sobre ese otro modelo productivo que el gobierno –y medio mundo- andan buscando para evitar crisis que arrojen al paro a millones de trabajadores precarios, y que ella, para ahorrar tecnicismos, llama “comunismo de planes quinquenales”, pura tiranía estatal. “Sólo hay dos sistemas, el nuestro, el occidental y el que ellos piden, el comunismo”. No con gran diferencia, se publicaban estos días encuestas que prevén la renovación de la mayoría absoluta que ella administra en Madrid frente a las hordas rojas de la expropiación y el fin de la propiedad privada, y que tan públicamente afín le es al presidente de la patronal española. Uno de los dos modelos, acaso los dos –el productivo y el de votantes- ha llevado con su agotamiento –que es su transparencia, por fin- al mundo en caída libre económica, e insistir en la preeminencia de ambos conecta dejar vendido a tantos con, aprovechando esos réditos, comprar su ignorancia con mentiras tan pueriles que sonrojan. En el sistema que tenemos, cada uno es su propio rey –viene a decir aguirre a sus clientes. En eso sus mayorías son más absolutistas que absolutas. Por eso la separación de poderes, la política como ejercicio de equilibrio y redistribución social y el progresismo como insulto, son en su discurso la misma cosa. Como para la guillotina no hay cabeza que espera demasiado a presentarse.
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