- 181 de la Asamblea General (1947): Plan de partición con unión económica.
- 242 del Consejo de Seguridad (1967): Retirada israelí de los territorios ocupados.
- 338 del Consejo de Seguridad (1973): Cese de hostilidades y retirada israelí de los territorios ocupados.
- 1397 del Consejo de Seguridad (2002): Apoyo a la existencia de dos estados.
- 1515 del Consejo de Seguridad (2003): Hoja de Ruta.
05 enero 2009
Continúa la del 28 de diciembre...
Los israelitas podían ser igual de contumaces y exigentes a la hora de cumplir las resoluciones de la ONU. Para contribuir al difícil proceso de la memoria, ahí van algunos datos:
6 comentarios:
- Cumplir la resolución 242 de la ONU.
- Desmantelar todos los asentamientos de colonos en los territorios ocupados.
- Liberar a todos los presos políticos de la resistencia palestina.
- Negociar con las autoridades palestinas el retorno o la indemnización a los refugiados.
- Cumplir la resolución del Tribunal Internacional de La Haya y desmantelar el muro de separación e indemnizar a los palestinos afectados por las expropiaciones y daños causados en su vida cotidiana.
- Volver a las fronteras del 67 y permitir la existencia de un estado palestino viable, seguro e independie
GENOCIDIO MEDITADO Y PLANIFICADO:
“No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. ES UNA MATANZA.
No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la PROXIMIDAD DE LA CAMPAÑA ELECTORAL.
No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mortíferas operaciones con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamás. ¿Acaso ser miembro de Hamás despoja de condición humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condición de asesinato sin más?.
No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. UN PASO MÁS EN LA ESTRATEGIA DE ANIQUILACIÓN DE LA VOLUNTAD DE RESISTENCIA de la población palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupación en Cisjordania y en Gaza, a un asedio por hambre cuyo último episodio es la carnicería que en estos días asoma en las pantallas de nuestros televisores en medio de amables y festivos mensajes navideños.
No es un fracaso de la diplomacia internacional. ES UNA PRUEBA MÁS DE LA COMPLICIDAD CON EL OCUPANTE. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte, la parte israelí, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüidad, hipocresía, de la diplomacia europea.
Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza es que PUEDE PASAR SIN QUE PASE NADA. LA IMPUNIDAD DE ISRAEL NO SE CUESTIONA. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. Más bien, al contrario, parece que se premia con acuerdos comerciales preferentes o propuestas para el ingreso de Israel en la OCSE. Y QUÉ OBSCENAS resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la víctima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo.
En Gaza se está perpetrando UN CRIMEN. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podrá decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, QUE NO SABÍAMOS.”
Teresa Aranguren, Pedro Martínez Montávez, Rosa Regás, José Saramago, Pilar del Río, Cármen Ruiz Bravo, Belén Gopegui, Constantino Bértolo, Santiago Alba Rico.
El otro día, 5 de enero, leyendo a A. Grandes en ep, dijo exactamente lo mismo que yo había pensado al escuchar a la ministra de Exteriores de Israel horas antes de la invasión, decir que en Gaza no había crisis humanitaria, y por lo tanto, no era necesario abrir un corredor humanitario. Lo dijo en público, ante micrófonos y ante televisiones extranjeras, ya que creo que estaba en París, de “gira”. Y por supuesto, no pasó nada.
Copio algunos párrafos de su columna: “Hasta si su gobierno no fuera responsable ya de 500 cadáveres, y de la indeterminada cifra de víctimas que se proyecta en el horizonte, sus palabras serían ESCALOFRIANTES. En Gaza se hacinan, como en un campo de concentración, un millón y medio de personas cuya subsistencia depende de la voluntad de sus carceleros (…) Cabe preguntarse qué es un ser humano para la señora Livni, porque no se trata de conceptos como seguridad, bienestar o garantías. Antes de que el ejército israelí arrasara Gaza por la fuerza, sus habitantes no tenían comida, ni agua, ni luz eléctrica, ni medicinas ni combustibles, a veces durante horas, a veces durante días. Cabría responderse por tanto, y ciñéndose escrupulosamente a sus palabras, que para la señora Livni, los palestinos no son seres humanos. Que una ministra de Israel, representante de un estado surgido del horror que estremeció al mundo al constatar que el pueblo judío había sido tratado como no humano por el III Reich, diga cosas así, es tan desolador que se comenta solo…”
En junio de 2008, un informe de las Naciones Unidas indicaba que los palestinos constituyen la comunidad de refugiados más numerosa del mundo, con más de 4,6 millones de personas registradas, sin contar los varios centenares de miles no registrados.
Todas las normas del Derecho Internacional, incluídas dos resoluciones explícitas de las Naciones Unidas (la 194 de la Asamblea General y la 237 del Consejo de Seguridad), establecen el derecho de los palestinos a regresar a sus lugares de origen.
El poeta Mahmud Darwish dice: “Sueño que ya no somos más héroes o víctimas; queremos ser seres humanos normales”.
“La lectura, como el viaje y el diálogo, es una fuente inagotable de aprendizaje.
Pronunciando el nombre de una deliciosa semilla, simsim, el sésamo, los personajes de un famoso cuento árabe lograban que una pared de roca se abriera y les dejara ver las maravillas que había al otro lado.
Con las mismas palabras, queremos proponer lecturas que también rompen barreras y permiten ver, viajar, conocer un mundo tan cercano como a veces oculto por la pared del prejuicio…”
Introducción al catálogo de lecturas infantiles y juveniles publicado el año pasado por Casa Árabe (c/ Alcalá, 62, antiguas Escuelas Aguirre).
Desde los 12 años:
- MANZANAS ROJAS. Luís Matilla y F. Delicado. Anaya, 2007.
- LAS PIEDRAS QUE HABLAN. G. Abdel-Qadir. Edelvives, 2002.
Desde los 14 años:
- FRONTERAS. Katrien Seynaeve. Edelvives, 2003.
- SOÑANDO CON PALESTINA. Randa Ghazy. La Galera, 2003.
- SAMIR Y JONATHAN EN EL PLANETA MARTE. Daniella Carmi. Salamanca, Lóguez, 2005.
- ¿QUIERES SER MI AMIGA?. Galit Fink y Mervet Ahram Sha´ban. Everest, 1996.
Y para “adultos”, uno de los últimos: “SEGREGADOS Y RECLUÍDOS. LOS PALESTINOS Y LAS AMENAZAS A SU SEGURIDAD”. Rafael Escudero Alday. Madrid, Los Libros de la Catarata, 2008.
Y por supuesto, un clásico: “ORIENTALISMO”. Edward W. Said. Debate, 2002.
Ante tantos artículos de justificación a Israel, ambiguos en el mejor de los casos, publicados por El País sobre esta situación, por fin le toca el turno a Sami Naïr, lúcido y sin paños calientes, como siempre:
“… Los dirigentes israelíes están en guerra. Lo están desde hace tiempo, mucho tiempo. Con toda impunidad. Cuentan con la complicidad de todos: de los europeos, de los asiáticos, de los rusos, de los africanos y aún de ciertos países árabes, desde hace tanto tiempo arrodillados, envilecidos y revolcados en el fango del sometimiento al imperio americano, el cual lo permite todo, y ayuda incluso a escondidas a perpetrar el crimen…”
Hoy en EP, “El Gernika de los palestinos”.
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