29 abril 2009

Corcholis s.a.

Avanza el artículo acerca de una multinacional del corcho, publicado por Francesc Relea en el dominical de El País 26.4, cuando leemos de su presidente Antonio Amorim cómo en el mundo del vino hay que apostar por la diferenciación, el valor añadido y el trabajo humano por encima del dinero. Y más adelante, a su director de comunicación Carlos de Jesús decir que el corcho es un producto natural que –sumada a las extracciones no rentables, la moratoria que impide tocar un alcornoque hasta los 25 años de su plantación- tarda casi 50 años en llegar al consumidor. No hay una joya igual. En medio, cuenta Relea cómo estudios prueban que las emisiones de dióxido de carbono durante el ciclo de vida de un tapón de aluminio son 24 veces superiores a las de uno de corcho, y 10 veces en el caso de uno de plástico. Ya al final, se lee de la línea real de flotación de la multinacional de algo tan bueno como el corcho: suyo es el 33% de la petrolera Galp, el 25% del banco internacional de crédito, 7,8% del banco popular, 49% de la constructora Cimangola, telecomunicaciones, inmobiliaria, hostelería, turismo… Y sin embargo es un corcho honrado.

2 comentarios:

elviajero dijo...

No disimules ahora Baldomero....todo el que te conozca sabe de sobra que lo único que te preocupa a ti del corcho es... cómo quitarlo de enmedio cuanto antes para beberte el contenido... en el fondo, el uso de corcho tendría que estar prohibido, porque nos separa de lo que amamos. Cuánto mejor el tapón de plástico, siempre dispuesto a aparatrse de enmedio sin argucias ni ingenios... ¡hip! perdón...

uliseos dijo...

ja, ja
si al menos fabricaran corcheas, que se pueden comprar en cajas de a mil.

besos