19 abril 2009
Quién dijo diego
Lo explicaba ayer El País en Opinión, dado que en Internacional la cosa había pasado desapercibida: lo que Sarkozy afirmó al nombrar a Zapatero como no muy inteligente era una ironía que incluía al propio presidente francés. Lo explicaba la versión primera de la noticia, cuando empezó a enredarse la madeja: se refería Sarkozy al que, como ocurriera con él mismo, una cosa es el estatuto de modesta inteligencia que te cuelgan encima y otra, lo que logras con esa propagada inferioridad, de lo que él mismo en Francia y Zapatero aquí son ejemplos claros. Así, al llamar poco espabilado a Zapatero, estaba llamándoselo en realidad a los que afinan sus predicciones con tiza de mala calidad. Hasta aquí, el embrollo es sólo producto de una lectura necia de lo que se oye. Pero hete aquí que portavoces del gobierno francés y figuras más o menos arrumbadas como Royal vienen de negar haber dicho eso y pedido perdón por sus palabras, respectivamente. Como si explicar la ironía fuese más empinado que negarla, más complicado hacer pensar que tratar de borrar lo que no era sino un autohalago. Acierta González Pons, portavoz del pp, cuando dice que probablemente tiene razón Sarkozy al tildar de idiota a Zapatero. Seguramente piensa en todo lo que es inevitable pensar de su partido, y en cómo conservan, ordenados, los calificativos para exhibirlos el día en que gobiernen.
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