12 septiembre 2016

carta de la noche al día


Algunas preguntas sirven para que entiendas mejor las respuestas que crees tener domesticadas. Pregunta P. qué es lo que no me gusta de Paulo Coelho y la pregunta se convierte en otra cosa en la respuesta: como con otras áreas, uno esperaría que el mundo apreciara lo que la literatura vino a hacer por nosotros, y esa decepción crea un hueco, que es el del desdén por sus esfuerzos. Justo en ese hueco germina lo que Coelho, y muchos otros, crean para aliviar parte del sufrimiento que el mundo soporta y la literatura tan explícitamente recrea. Literatura y Coelho son cosas distintas, pero comparten el canal en que se expresan, y el auge del segundo no es culpable del fracaso de la primera. Las razones por las que se lee a Coelho son distintas de las que llevan a ignorar a Coetzee, Magris, Sebald o Roth. Pero ambos pelean en las librerías por explicar el mundo o por salvarlo. Acaso el rechazo que Coelho genera en quien ama la literatura es solo el de quien no entiende querer la noche después de despreciar el día. Obvio que la noche quiere del hombre cosas distintas.

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