29 abril 2006

reconquixta

Recuerda el antropólogo e historiador mexicano Miguel León-Portillo en El País 27.4 cómo, conseguida la independencia de España en 1821, los territorios que hilaban México abarcaban Tejas, Nuevo Méjico y California, si bien prácticamente despoblados. Sólo vivían allí algunos grupos indígenas y unos 40.000 descendientes de españoles y mestizos. En 1833, desdeñada una oferta de compra de esas regiones norteñas, Estados Unidos ratificó esos límites, pero bastarían doce años para que colonos anglosajones establecidos en México lograran su anexión a Estados Unidos. Dos años más tarde le seguiría una guerra de conquista que supuso modificar de nuevo las fronteras. En 1847 México había perdido la mitad de su geografía. Sólo un siglo más tarde el crecimiento demográfico empezó a ocupar el espacio que faltara cuando el expolio. La emigración inició así la reconquista sutil, a través del espacio lingüístico, de lo perdido, que coincidió con esas otras formas de construcción nacional norteamericana que fueron la inmigración europea y asiática. El mercado del habla presenta así, y sin trazas de necesitar después una guerra para obtenerlo, lo que, en 1833 y hoy, es eso: una oferta de compra de territorios. Que sea sobre los que te fueron arrebatados es más una ironía de la justicia que una venganza.

26 abril 2006

limpia, fija y quita esplendor

Reformulación histórica, con vistas a una mayor fidelidad de lo descrito, con sólo adaptar una voz del diccionario: Caudo: El que como cabeza, guía y manda la gente de guerra. Sólo entonces la voz –atiplada- Caudillo: Vease España.

25 abril 2006

35 mm de realidad

-No va a haber guerra.
-¿Quién lo ha dicho?
-Uno que lo sabe.
-Pues ese que lo sabe empezará la guerra.

Oído en La vida es un milagro, de Kusturica.

24 abril 2006

lo ecológico es lo urbano

La idea no es mía. Me pregunta mi amigo David que si termino de adaptarme a vivir en medio del campo. Le relato media docena de momentos de los que disfruto como nunca lo había hecho con cosas tan simples como observar la luz (los amaneceres, los distintos verdes, el colorido natural...), escuchar ciertos sonidos (el cuco, el arroyo, el pájaro carpintero...), reconocer el lento proceso de las estaciones... Le hablo también de lo menos llevadero (el aislamiento, el barro, el “sincesar” de intentar controlar tanta naturaleza viva...) Le hago comentario sobre lo cercano (muy lejos aún) que me encuentro de lo que considero el estado “natural” del hombre y de lo idóneo que podría ser PATRA solucionar determinados problemas de masificación en las ciudades... Y me sorprende con un comentario: vivir en el campo es la decisión menos respetuosa con la naturaleza que hayas tenido jamás... No tiene demasiada importancia porque eres una excepción y apenas el impacto que causas es aceptable; pero si lo convirtiéramos en norma y hubiese que urbanizar el campo para recibir a millones de urbanitas, con nuestras aficiones, nuestras basuras, nuestros transportes, nuestra felicidad del consumo, todos nuestros aparatos y nuestras necesidades energéticas y de servicios... ¿qué pasaría? Urbanizar el campo: kilómetros y kilómetros de cables y tubos, más asfalto y hormigón, más antenas y nuevos supermercados. Vivir en la ciudad es la decisión más sostenible para nuestra civilización y nuestro espacio natural... Deberíamos ir olvidándonos del campo, trasladarnos a las ciudades, y sólo visitar estos lugares para las explotaciones primarias o para un ocio respetuoso.... Esa sería la manera en la que lo natural se mantuviera a salvo. Lo más ecológico es vivir en la ciudad, una nueva contradicción a sumar a mi lista de “exámenes” de conciencia. Pues con tanto examen, no hay duda de que algo tendré que dejar para septiembre...o para el curso próximo.

21 abril 2006

cruzando el mar ario

En la contemplación de La fuerza de la voluntad, que Leni Riefenstahl dirigiera para el partido nazi en 1934, una imagen que el gran idiota hitler, primero, y luego todos los demás presentes en los actos de la gran propaganda, hubieran merecido ver pasar por sus cabezas sin poder expulsarla: la de ver, en la fina y bien delimitada línea que se abría entre las dos orillas de la masa que les rodeaba, el paso del pueblo elegido por el mar rojo. Como moisés –pensar- y cada gota de este mar lo sabe.

20 abril 2006

la noche que no cesa

La época extremista del intelectualismo judío ha llegado a su fin y la revolución ha abierto las puertas nuevamente para un modo de vida que permita llegar a la verdadera esencia del ser alemán. Esta revolución no comienza desde arriba, sino desde abajo, y va en ascenso. Y es, por esa razón, en el mejor sentido de la palabra, la expresión genuina de la voz del pueblo. Nuestras bibliotecas fueron inundadas con la basura y la corrupción del asfalto literario de los judíos. Mientras las ciencias de la cultura estaban aisladas de la vida real, nuestra juventud ha reestablecido ahora nuevas condiciones en nuestro sistema legal y ha devuelto la normalidad a nuestra vida. Las revoluciones que son genuinas no se paran en nada. Ninguna área debe permanecer intocable.
En la noche de los libros que hoy, en Madrid, mantendrá iluminadas las librerías hasta medianoche, las palabras, como rescoldos vivos, de joseph goebbels, filólogo, en el discurso que iluminó la quema de 25.000 libros en Berlín, la noche del 10 de mayo de 1933.

19 abril 2006

rodchenko

En 1929 Alexander Rodchenko fotografió engranajes y ejes de levas en la fábrica de coches AMO en Moscú. Cuando, seis años más tarde, fotografió cenitalmente la columna del club dynamo –un grupo de soldados en perfecta, engranada, formación- la revolución industrial y la ideología que haría de los hombres, piezas, era ya la misma imagen. Estos días, en la fundación cajamadrid.

18 abril 2006

religiones-bomba, 1

Parte del problema en que se abisman las formas más criminales del islamismo reside en que, al contrario que el catolicismo –acaso la única de sus virtudes nacida de sus propios extremismos- carece el islám de una figura que concentre la autoridad absoluta e irrebatible acerca del fondo y las formas en que se manifiesta la fe y su doctrina en todo el mundo. Así, puede cualquier sección idiota de esa religión proclamar la conveniencia de una guerra santa con la seguridad de que en ningún lugar se alzará una voz globalmente autorizada que les desacredite. Esto es especialmente dañino si, como es el caso, cualquier gobierno puede impunemente parapetar tras sus libros sagrados sus llamamientos al suicidio. Dado que esa inmunidad no tiene quien la desactive desde dentro, cualquier intento de hacerlo desde fuera –la única posible a partir de la primera ausencia- será siempre vendida como una agresión desde ideologías agresivas desde el mismo momento en que no están cualificados para hablar de dioses en que no creen, hecho que cualquier libro de historia –real o inventado- puede avalar. Hubiera el mundo musulmán conservado el poder de que gozó durante siglos y la capacidad de sus economías quizá habría erigido un vaticano en que alojar al heredero de mahoma. Recuperado en este siglo ese poder, el dios que han descubierto es otro: líquido y viscoso. Uno del que occidente depende para su existencia. Suficiente venganza para quienes ven pagado en divisas cualquier posible agravio, pero uno inútil para quienes, a falta de las ventajas de ese dios, sólo les queda el otro para hacer de éste mundo el paraíso.

17 abril 2006

... a los hoyos

Yo le digo que meter una pala excavadora para limpiar una calzada romana es un exceso, y él, que hasta hace un momento ha insinuado algo semejante, me pregunta con gesto de intriga a qué me dedico yo. Y yo, para impresionarle sin concesiones, le digo que soy arqueólogo y que estudié durante diez años en Madrid; y él me sorprende despreciando el dato y me insiste en que le diga a qué me dedico; y yo le digo que tengo una plantación de frutales; y él me responde que entonces puedo hablar como agricultor, pero que como arqueólogo mi opinión no sirve más que la de otro, pero eso sí (y me sonríe), que reconoce el valor de mi criterio como profesional de lo que mi obsesión vital, en definitiva, me ha marcado la existencia: hacer hoyos...
Entiendo sus razones, ya que uno, profesionalmente, no es más que aquello que la experiencia le confirma, porque la aptitud resulta inútil a menos que sea usada. La profesión, cualquiera que sea, puede ser una actividad extraña a uno. Uno puede “ser” abogado del mismo modo que pasó las paperas, o formó parte del coro de la parroquia... Conozco grandes fontaneros que se dedican a vender coches, mecánicos formidables que son capaces de desmontar su coche pieza a pieza y que andan haciendo fotocopias, un médico que tiene una pizzería, y hasta una filóloga que puso un negocio de telemarketing... tal vez por la importancia que le da al lenguaje. La profesión, en muchos casos, es un accidente (en todos sus sentidos en determinadas situaciones) del cuál, siempre hay que intentar recuperarse, mejorar, sobreponerse.
No soy ejemplo de nada, pero me divierte pensar en mi caso y ese descubrimiento que mi nuevo vecino me advirtió sobre hacer agujeros en la tierra. Aquella premonitoria afición por hacer el gua más profundo para jugar a las canicas, y la regresión profesional al más antiguo de los oficios: la agricultura. Espero las nuevas etapas en ese acercamiento al hoyo definitivo, al que me veré empujado para concretar el último accidente, la última profesión, la más difícil, la de ser un recuerdo.

weimar, casi al tiempo

Con el tiempo, para la derecha nacionalista luchar por la nación se convirtió paulatinamente en luchar contra los socialistas y, lo que era lo mismo en muchos sentidos, contra los judíos. De hecho, el SDP había sido fundado en Viena por un intelectual judío, Victor Adler, en 1889, configurando la conjunción de intereses proletarios y de la inteligentsia burguesa que se mantendría en alemania durante toda la república de Weimar. Muchos de sus dirigentes eran de origen judío , al igual que los líderes comunistas –como Rosa Luxemburgo, Kurt Eisner, del soviet de Munich, o el espartaquista Karl Liebknecht. Por otra parte y casi en contradicción, los judíos comenzaron a ser definidos como símbolo del capitalismo. En Berlín, donde los judíos conformaban apenas el 5% de la población, pagaban el 30% del total del impuesto a la renta y 30 de las familias más ricas de Prusia eran judías. Los nacionalistas que luego serían nazis identificaban a los judíos con dos formas de internacionalismo: el de la izquierda comunista-bolchevique-socialista y el del capital que, como se sabe, no tiene patria. Cuanto más nacionalistas se volvían los alemanes, más extranjeros e indeseables eran los judíos. La ecuación que la derecha intentó resolver fue la de brindarle al proletariado, sobre todo a los obreros cualificados, categoría de burgueses para sustraerlos de la lucha de clases, lo que significaría al mismo tiempo el abandono de posiciones materialistas marxistas por el idealismo nacionalista del Volk y la comprensión de que el verdadero enemigo no era la burguesía, sino el capitalismo judío y explotador. Ni los sectores progresistas de centro ni la izquierda, dentro de la cual el encono entre socialistas y comunistas fue creciente, lograron romper la alianza entre la derecha conservadora y la extremista. -de Negocios son negocios, Daniel Munchnik.
En la confluencia de opuestos como su adscripción a la fundación del socialismo alemán y el que aportaran un tercio de la renta nacional por entonces, la asociación que unía al inventor –judío- del marxismo y el uso que de sus teorías amenazaban los sistemas occidentales desde Rusia, inclinó la balanza de la imagen con que los nazis demonizarían a los judíos hacia la usura explotadora y conspiradora ligada a su peso económico, reconocible en las calles y al que su religión –visible y viva- no ayudó a ver como alemanes dotados de cierto sentido grupal, o racial si se quiere. No hubiera sido tan transmisible la asociación de lo judío con esa forma extrema de socialismo que era el comunismo , y de no anularse a sí misma, en el miedo al rojo de rusia, la resistencia desde posiciones de izquierda moderadas hubiera, quizá, sorteado esa mimesis inducida con el capital que, azuzado contra el pueblo las reparaciones que impuso la convención de Versalles, les apuntó como poseedores de lo que las potencias exteriores robaban al país. El que esa prosperidad no pudiera ser negada fue, desde la propaganda nazi, como iniciar –con un modelo a escala- la venganza en casa antes que fuera de ella. Versalles son ellos –venían a decir.

16 abril 2006

a caballo entre miopias

En esa confusión en que se interpreta como normal lo que es sólo frecuente, y más en un país en el que la salud viene a ser mirada como un extra que se paga aparte, algo al alcance de gente pudiente y que, como tal, conviene desdeñar como lujo que no lleva, al cabo, a ningún lado, el articulado de la ley contra el tabaco halla, quizá, la primera muesca de su credibilidad -de su escuchabilidad, diríamos- en el aspecto aristocrático de la ministra al cargo de ese área de lo público: es elena salgado lo menos español que pueda darse: de facciones suaves, tranquilas, delgada, culta, aparentemente discreta, elegante en las formas. Acaso en esa primera regla de la realidad que funciona, como se ha dicho, en ver como normal lo que es sólo mayoría, su aspecto saludable pudiera ser, para muchos, justo la prueba de que la salud es –y no hay más que verla a ella- lo que se diría una frivolidad de la legislación, una pijada de gente bien metida a juez de costumbres que no puede entender porque pertenece a otra esfera de lo social, en la que sí tienen tiempo de permitirse lujos como no fumar, hacer deporte y mostrar cierta sensibilidad lectora y melómana. Publica el dominical de El País 1.4 un reportaje en el que aparece –esbelta, rubia, hermosa y apacible- elena salgado subida a un caballo blanco en medio de la nieve. En mitad del texto se menciona que fue, durante 6 meses, directora del Teatro Real, y la única razón de que miles de personas no salgan a la calle a pedir su dimisión por inormalizada es, probablemente, que la fotografía de la ministra a caballo que abre el reportaje es lo primero y último que leen del artículo.

15 abril 2006

la memoria como embrion

En las declaraciones del portavoz de la conferencia episcopal española que recoge El País 1.4, la supresión del precepto fundacional de su religión: no se puede curar matando –dice. Y su visión del uso de embriones humanos para investigación médica exige un ojo tan pegado al microscopio que no le queda campo de visión para vislumbrar que su dios envío a su único hijo para que, matándole, pudiéramos curarnos. Porque es eso, ¿no?

darwinismo vs erwinismo

La selección natural es un mecanismo azaroso, competitivo y gradual capaz de generar diseños sin necesidad de diseñador. –recuerda Javier Sanpedro en El País 19.3 el postulado principal del Darwinismo, para a continuación citar una revisión –genética del desarrollo- de la idea de manos de Antonio García Bellido, del centro de biología molecular Severo Ochoa: el gran descubrimiento de la biología contemporánea es que la evolución es extraordinariamente conservadora. La espectacular variedad de formas vivas que vemos por todas partes se ha generado con los mismos módulos, o subsistemas genéticos, que organizan el desarrollo de todos los animales. La evolución no genera novedades mediante la acumulación lenta y gradual de pequeñas variaciones adaptativas, como postula el darwinismo, sino probando nuevas combinaciones de esos módulos genéticos universales. ¿La telepatía sería un módulo genético nuevo, e igual la capacidad de hablar con dos voces diferentes a la vez?. Cada módulo es una jerarquía: el gen eyeless regula a varios genes oficiales que regulan varios genes suboficiales, y así hasta que los soldados fabrican ojos. El gen eyeless existe en moscas y personas. El gen humano, de hecho, puede curar a una mosca ciega. El resto del módulo –los genes oficiales y suboficiales- también son los mismos en moscas y personas. Puesto que los módulos genéticos del diseño animal son jerarquías –razonan Eric Davidson, profesor del instituto tecnológico de california (caltech) y Doug Erwin -¿Erwinismo?-, conservador del museo nacional de historia natural en Washington- los cambios en los genes soldados sólo “afectan a las propiedades terminales del diseño corporal, tal y como ocurre en la generación de nuevas especies”. Si el que sufre un cambio es un gen con galones, el resultado no es una de esas minucias imperceptibles de las que se nutre el darwinismo, sino la modificación de “aspectos esenciales de la morfología del diseño corporal”. “los mecanismos darwinianos del cambio sólo son relevantes en los niveles filogenéticos más bajos”. Es decir, que Darwin serviría para explicar la aparición de una especie como el Homo Sapiensa, pero no de una gran clase como los mamíferos, ni mucho menos de un subphylum como los vertebrados. No hablemos ya del origen de los animales o de las células que los componen. “Para los niveles superiores –prosigue Davidson-, donde los cambios afectan a la morfología de manera más drástica, se precisa un tipo cualitativamente distinto de cambio en los circuitos genéticos que regulan el desarrollo animal”. La síntesis de los dos campos –darwinismo y biología del desarrollo- se llama evo-devo (por el término inglés development, desarrollo). El problema estrella de la evo-devo es la llamada explosión cámbrica, o aparición súbita (en la acepción geológica de este adjetivo, que lo mismo puede significar mil años que diez millones) de todos los grandes planes de diseño animal existentes: artrópodos (como insectos y gambas), moluscos (como pulpos y mejillones), cordados (como el lector) y todos los demás. Los cambios morfológicos pueden ser (geológicamente) muy rápidos. Debe de haber algo en el genoma que confiere plasticidad evolutiva –añade Peter Lawrence, del laboratorio de biología molecular del MRC, en Cambridge. En cuanto entendamos cómo se genera la variación –dice García Bellido- entendemos la evolución.

evangelio segun berkoff

En los recién desvelados evangelios según Judas, la idea –que ya imaginara Steven Berkoff en su Mesías, representado no hace mucho en Madrid- de que fuera el propio Jesús quien ordenara a aquel delatarle. Que, una vez con Pilatos, le pidiera ofrecer al pueblo elegir entre barrabás y él; que, asomado después al balcón, recomendara, tal en un mitin, escoger al criminal, a cambio de condenarle a él a ser crucificado; lava aquí –al soldado. Hiere aquí -al que la lanza; agua no, vinagre –al mismo. Bien –a dios- resucítame - ¿hola? ¿hola?. En Berkoff la historia es aún más dramática: planificada por Jesús su crucifixión como una representación, éste, por error, es crucificado de verdad.

14 abril 2006

Aquellos maravillosos años

de la resurreccion y su aliento en la nuca

Se lee en el suplemento dominical de El País 9.4 cómo en 1988, en la decisión de la villa de Sahagún de deshacerse del material franquista almacenado hasta entonces, al desmontar el cuadro de Primo de Rivera se halló en su parte posterior dos diplomas esmaltados con los colores republicanos. El primero era un manifiesto del gobierno de la República firmado por todos sus miembros. El segundo aludía específicamente a Sahagún, distinguida en el texto como “Muy ejemplar ciudad”. El motivo de este reconocimiento tan singular se debía a que “proclamó la República en la madrugada del 13 al 14 de abril, con espontáneo y vibrante gesto de civismo y democracia”. El documento estaba dado en Madrid el 3 de julio de 1931 y lo rubricaba Niceto Alcalá Zamora, presidente del gobierno provisional. Como ironía en el envés del tiempo y sus desastres, el apellido, por segundo, oculto de vergüenza tras el nombre y apellido primero del alcalde depuesto entonces: Benito Pamparacuatro Franco.

13 abril 2006

del muerto y los honores

Las ruedas sobre las que se desplazan las Divinas Palabras que Valle Inclán escribiera transportan la deformidad de una de ellas –la palabra honor- subida a un carretón –un carro pequeño- en el que, una vez matado su infeliz ocupante, quienes se pelearan por exhibirlo y con ello labrar, en limosnas, su fortuna, arroparán entonces esa palabra sagrada, creyendo el suyo respectivo a la intemperie. Poco se destripa a estas alturas: muerto el deficiente, la mujer que lo explotara en ese trance decide dejar el cuerpo, cadáver dentro de su noria, a las puertas de la casa de la segunda mujer con la que se turnara al infeliz. Al descubrir ésta el muerto, ya de mañana, no es un deseo de justicia, de dilucidar su muerte, lo que la sobreviene: como si en el carretón únicamente cupiera una idea, no piensa en alejar lo injusto, sólo en alejar la deshonra. Así, decide devolvérselo a aquella, y quizá ésta habría hecho lo mismo de nuevo, y se habrían pasado la obra hasta que el hedor de la decencia, descompuesta de tanto traslado a escondidas, fuera más intenso que el del desdichado. No ayuda mucho, a quienes asisten a ella desde dentro y a quienes desde fuera, que el rostro de lo justo sea, en la obra, el de dos guardias civiles chusqueros que, en la impotencia de no hallar al que buscan, voceen la amenaza de arrestar a todos, por si acaso. En ambos casos, se crea un segundo delito al no reconocer el delito anterior: al igual que quienes hallan en la ausencia de uno la prueba de la culpa del resto, la mujer que arrastra el cadáver de noche y en secreto se hace acreedora de sospecha al no exhibir públicamente el crimen. Y si importa más ese doble errar consciente que la observancia de lo justo es porque, como sucede con el desdichado inquilino del carretón, la deformidad, según sea exhibida, tiene sus recompensas, y ubicar el honor donde debiera ir la justicia, no es, hoy siquiera, un tumor con menos prestigio.

12 abril 2006

ser o no estar

En el Hamlet que Ambroise Thomas convirtiera en opera en 1868 la madre de aquel es cómplice del crimen, como también lo es Polonio. Pero su padre nada advierte a Hamlet de esto. ¿Cómo afecta esto a la ira que en la obra de Shakespeare Hamlet genera hacia su madre por adúltera? ¿en qué convierte al rechazo que éste se impone al desdeñar su amor por Ofelia? ¿en qué queda esa porción de desvarío del príncipe de Dinamarca a la vista de tan claro, y compartido, cuadro de culpables? ¿Por qué es, entonces, la muerte del nuevo regente la justa a sus ojos? ¿qué hace con su conocimiento de la obra quien paga la entrada para ver la opera? Aquí Hamlet no mata a Polonio, y ha de ser el propio espectro el que, a la vista de todos, sujete a su asesino para que su hijo pueda acuchillarle. El final está a la altura: Hamlet no muere. Ni esa concede el bueno de Thomas, cuando el resto podía, cuerdamente, seguir siendo silencio.

10 abril 2006

La autoridad (2) es una isla

Hemos vuelto a convocar a los sabios para que nos ayuden en la difícil tarea de estructurar la base filosófica sobre la que se asiente el nuevo Estado de San Borondón. Las primeras voces ya encontraron el problema en la propia estructura y apostaban por la elección de una opción anarquista y destructurada. Dos Passos nos dijo: no tengo suficiente fe en la naturaleza humana como para creer en el anarquismo, y Alan Benet nos cuenta una anécdota llena de matices en la que dice que “intentamos poner en marcha una comunidad anarquista, pero nadie cumplía las normas”. Pues claro, contestó la concurrencia. Necesitaremos autoridad aunque no creamos en ella nos advirtió Ernst Jungr, que parecía muy dispuesto a formar parte del núcleo intelectual del nuevo Estado, y Levi Strauss nos advirtió que la autoridad es el equilibrio de la libertad y del poder, y el desequilibrio es su situación permanente.
No creo que debamos asustarnos por la autoridad a estas alturas. Todos somos partidarios y fruto de una relación basada en la autoridad como es la educación. Chomsky nos recuerda que hay formas de autoridad tremendamente legítimas, “por ejemplo las de una madre y su hijo son de naturaleza autoritaria; pero toda forma de autoridad que no se base en una razón clara es injusta y tenemos derecho a revocarla”. Esto suena a Ilustración, a movimiento obrero, a pensamiento anarquista de nuevo...
Galeano nos regaló una leyenda titulada Autoridad y que, por su naturaleza, nos es cercana, y que incorporamos como parábola ejemplarizante para todos (que incluye a todas, lo juro) los habitantes de esta isla. Y dice que “en épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo.... hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror.
Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y les repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.”
No deja de ser sospechosa la necesidad de autoridad, la seguiremos con atención...

08 abril 2006

mas o menos, la muerte

En las primeras 24 horas de vacaciones, ya son al menos nueve los muertos en las carreteras –se lee a estas horas en elpais.es. Ese sintagma –al menos-, borrando a la muerte de la lista de ciencias exactas.

memoria del pasado, memoria del futuro

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha aprobado dirigirse al Consejo de Ministros español para declarar el 18 de julio de 2006, día oficial de condena al régimen de Franco.
J.A. Martín Pallín, escribe en El País el 1 de abril: No sé quién concibió el último parte de guerra del 1 de abril de 1939, “Cautivos y desarmados...". De manera clara, admonitoria y lacónica avisaban, como en las guerras de Roma, que no habría piedad con el vencido... Es la hora de la Justicia.

Los viernes por la noche, se podrá ver en la 2 "El laberinto español", doce documentales (sin contar con el de ayer) que analizarán las distintas claves de la historia política y social de España en el siglo XX. El próximo viernes, 14 de abril, "República y legitimidad democrática".

Memoria del futuro (75 aniversario II República Española): "Los firmantes de este manifiesto evocamos aquel espíritu con orgullo, con modestía y con gratitud..."
(texto íntegro en EP, 2 de abril, pag. 33 y también en http://www.memoriadelfuturo.org/, donde se puede leer y firmar el texto, así como las actividades convocadas).

07 abril 2006

correo perdido

Rutina
Propósito

05 abril 2006

ideas chinas

“El día en que ya no queden suficientes bosques, el cielo caerá sobre nosotros”
(M. Kamayura-Alto Xingú. Amazonas, 2.000 a.C.)

La Administración Forestal Estatal China ha publicado un informe que confirma que la desertización puede reducirse o aumentarse según el comportamiento de la población de un país determinado. Se trata de cifras impresionantes y de resultados palpables y rápidos.
El método para desarrollar la Gran Muralla Verde ha sido reunir cerca de 3 millones de personas una vez al año, en torno al mes de marzo, para plantar árboles durante un día.
Así de simple. Tras plantar 12.000 millones de árboles en cinco años, la Administración Forestal asegura que los desiertos del país han retrocedido a un ritmo de 1.283 km2 al año desde 2001, al tiempo que la cobertura forestal aumentaba 66 millones de hectáreas anuales.
De esta forma esperan aumentar la extensión forestal del país del 16% en el año 2000 al 20% en el 2010.
… Excelente manera de romper la desidia colectiva de la cadena: menos vegetación-menos lluvia-menos vegetación.
Y nosotros, ¿qué?.

la montaña, viniendo

No ha leído uno acerca de Brokeback mountain que sea una historia de amor entre un homosexual y uno que no lo es. Quizá porque la mención al enamoramiento entre dos vaqueros estadounidenses ya contiene toda la información necesaria para generar atención se desdeña la transmisión de su explicación real y, por compleja, más valiosa: la de que la historia de amor que narra la película lo es entre un hombre al que le gustan los hombres –y las mujeres- y un segundo al que, gustándole sólo las mujeres, no puede evitar sentirse enamorado de un hombre concreto. Pero eso, cree uno, no convierte a éste último en homosexual, sino sólo en alguien enamorado de un individuo que, inesperadamente, resulta ser del mismo sexo que él. Quizá no ha de ser lo mismo sentir celos de alguien que ama, o se acuesta, con personas de su mismo sexo que sentirlos de quien lo hace con personas del sexo con el que se supone debe hacerlo. Y lo que parecería más doliente –que el miedo lo sea a esos lazos que la inmensa mayoría engrana con alguien del sexo opuesto- es en la película de Ang Lee el caso opuesto: así, mientras el vaquero enamorado de un único hombre posible experimenta celos violentos al saber al otro practicar sexo con otros hombres, éste –que no está un ápice menos enamorado de aquel que aquel de éste- apenas deja traslucir una queja silente o de expresión contenida al afrontar los lazos heterosexuales del otro. El que la relación lo sea entre homosexuales cuando están juntos y entre un heterosexual y un homosexual cuando separados no resta dramatismo al hecho de que hayan de vivir como esporádico y camuflado lo que constituye el deseo real de sus vidas, pero añade un matiz del amor que a la prohibición exterior añade sobrepasar las interiores al tiempo que se permanece dentro, prisionero de ellas.

y paz, justo al lado

El caso de Alfonso Guerra. Hoy ocupa los titulares su afirmación de que España está siguiendo el camino de disolución de la Unión Soviética. Pocos días después de su voto afirmativo al proyecto de Estatuto de Cataluña y de su actuación irrelevante al frente de la Comisión Constitucional. Uno de los grandes misterios de la política está relacionado con la función de espejo de la prensa. De cómo el espejo les devuelve su imagen arruinada y ellos resisten impasibles, incluso satisfechos. –escribe hoy Arcadi Espada. Y ocurre que antes de esto hay espejos previos: Guerra lo es del interés de la formación política en que milita –o qué raro unicornio se pretende que sea la obediencia de partido- lo que quiere decir que es un espejo en el que otros escriben lo que ha de ver como transparente y lo que como opaco. Como imagen obediente, el espejo Guerra muestra lo que le piden que muestre, otra cosa es lo que éste pueda opinar una vez que su función es expresada en una mesa en la que no se rubrica acuerdo alguno. El camino de disolución de que habla uno y la función de espejo de la prensa que habla el otro son sólo formatos, opciones que conviven con sus opuestos: el político que con su firma aprueba una ley y el periódico que con su opinión muestra el detalle son lo contrario horas después sin mayor sonrojo. Cuando la mano que no es nuestra deja, por dentro, de escribirnos, nuestros dedos no sueltan el bolígrafo. Pero es sólo rotación, no vesanía.

04 abril 2006

Encuentros (1) en San Borondón

En los últimos días, hemos iniciado los encuentros culturales de San Borondón. Al ser un estado pequeño no hay presupuesto alguno y por tanto no existe ningún tipo de limitación a la hora de realizar proyectos. Hemos invitado a estos encuentros a creadores, científicos y artistas vivos o muertos (la vida es una circunstancia...) y lo cierto es que al saber cuales eran nuestras verdaderas intenciones (disfrutar de su palabra) todos se han ofrecido sin condiciones.
Les propusimos hablar de música. Nuestro moderador, para comenzar, presentó las charlas con la idea de que la música es un medio liberador, ya que si las otras artes siempre imitan a la naturaleza, la música se escapa de las referencias naturales, es energía, espíritu, libertad. Sandor Marai (otro de esos espíritus creadores que tuvo que suicidarse para ser reconocido como artista de gran interés) apenas abrió la boca para dejar caer un comentario cargado de ironía, “los soldados desfilan más disciplinados al compás de la música” dijo. Cotroneo nos metió más miedo aún en el cuerpo cuando se atrevió a asegurar que “la música domina este mundo de formas, objetos y cuerpos, en el que el músico es una especie de intermediario entre Dios y el mundo, él único que puede realizar este milagro”.
Nos sorprendió que un alma tan atormentada como Bukovski interviniera para decir lo siguiente:” Nunca escribo nada sin la radio puesta, con música clásica sintonizada; siempre ha sido parte de mi trabajo, escuchar esta música mientras escribo. Quizá, algún día, alguien me explique por qué una parte tan grande de la energía del Milagro se encuentra en la música clásica. Dudo que alguien me lo diga alguna vez. Siempre tendré que preguntármelo. ¿Por qué, por qué, por qué no hay más libros que tengan ese poder?” Claro que Karl Kraus, como era de esperar, arremetió con un comentario jocoso hacia otro ámbito culto de la música, la ópera, a la que consideró como “una insensatez, ya que presupone el mundo real y lo puebla de personas que cantan; cantan al montar una escena de celos, cuando les duele la cabeza, y hasta para declarar una guerra, y no renuncian a la coloratura ni en el trance de la muerte”. Y Ed Gardner le dio la puntilla cuando aseguró que “la ópera es dónde apuñalan a un tío, y éste en vez de sangrar, canta”.
El gobierno provisional (como todo) de San Borondón llevaba un tiempo planteándose iniciar algún tipo de iniciativa musical que diera entidad a esa primera cultura de la que tiene responsabilidad de iniciar, y les pareció que era necesario seleccionar algún tipo de folklore, de elegir una manifestación artística musical afín con el espíritu de este estado. Se planteó la posibilidad de buscar, al menos, una pequeña banda que representase la labor común, pero la primera opinión contraria nos la dio Francisco Umbral, que nos dijo que “las bandas de música son como copiar a Botticelli con brocha”, y después, enfrentarnos a la realidad de que tipo de banda de música o grupo de danzas íbamos a meter en seis metros cuadrados (incluyendo, abedul, helechos y nomeolvides) de isla... Creemos que las condiciones y el espíritu de San Borondón sólo da para un cantautor e invitarle a que se quede por allí unos días. Tenemos una silla que cabe junto al abedul, y de momento, muy buena temperatura... Si sabéis de alguien...

del jardín en el ángulo claro

02 abril 2006

paseo

camino ahora por tus calles lo mismo que entonces cuando fui republicano y español en un tanque de la división leclerc y la plaza de la concordia esperaba desnuda que vinieran a liberarla de la muerte, ahora como entonces cuando los estudiantes descubrían que debajo de los adoquines estaba la playa y en las paredes las pintadas proponían una nueva forma de organizar la vida, o luego cuando trocadero montmartre beaubourg notre dame eran las casillas de una rayuela que volver a jugar, un deja vu que operaba como un manual de instrucciones para saber a dónde ir, de dónde venir cansado después de sentir la felicidad de volver a ver algo que ya conocías sin haber estado nunca, el río llevándose las hojas muertas que salían del piano de bill evans, sabiendo que después de todo en montparnasse estaba julio para siempre
acompañamiento opcional